La acción antrópica busca el aprovechamiento de los recursos naturales, surgiendo así los paisajes humanizados. Tales aprovechamientos pueden ser muy variados, destacando, entre otros, los siguientes:
- Relieve: varían desde las prácticas agrícolas, propias de los llanos, hasta los usos paisajísticos de la alta montaña..
- Suelo: la variedad edafológica española permite múltiples aprovechamientos agrícolas.
- Subsuelo: se relaciona con la potencialidad mineral del territorio, que se explota tanto en minas a cielo abierto como en las subterráneas.
- Costas: permiten la construcción de puertos y el disfrute pesquero y turístico.
- Ríos y humedales: garantizan el consumo humano de agua y el abastecimiento agrícola e industrial, a lo que se une su valor ecológico.
- Clima: los climas españoles, situados en el área templada, facilitan el poblamiento, la agricultura y la actividad turística.
- Vegetación: los bosques permiten el aprovechamiento maderero y el desarrollo de algunas tipologías de ganadería